Cuidado del medio ambiente

Este escenario y el estrecho panorama energético que se vive y proyecta para nuestro país, plantean la conveniencia de considerar el uso de tecnologías como las descritas, las cuales permiten reducir el uso de combustibles convencionales, ahorrar energía y alcanzar un alto rendimiento térmico. Y todo ello, reduciendo las emisiones contaminantes al medio ambiente.
Calor Solar
Cada vez se registran más esfuerzos para desarrollar tecnologías que permitan captar y aprovechar la energía solar para la satisfacción de nuestras necesidades térmicas. Esta opción tiene un importante beneficio ambiental: estudios validados recientemente establecen que un panel solar de 2 metros cuadrados puede evitar la emisión de 1 tonelada de dióxido de carbono (CO2) al año. Vale decir, esta es una opción que contribuye a frenar el calentamiento global.

Calderas de Condensación
Estos equipos se han incorporado recientemente al mercado nacional, pero se utilizan de manera profusa en Europa como sistema central de calefacción y agua caliente sanitaria en edificios y residencias particulares. Producen agua caliente a baja temperatura (entre 40º y 60º), con un mínimo impacto ambiental. Normalmente los humos o gases de combustión de cualquier sistema de generación se liberan a la atmósfera a altas temperaturas. A través de la condensación (paso de estado gaseoso a estado líquido), se produce un calor latente que estas calderas recuperan e incorporan al circuito de recirculación interno y al proceso de generación de energía,
 los gases que finalmente se liberan al medio ambiente tienen mucho menos temperatura, lo que disminuye de modo considerable la formación de contaminantes y el impacto ambiental de estas emisiones. Además, se puede obtener un 30% de ahorro energético estimado en función del consumo global de gas para una vivienda, considerando agua caliente sanitaria y calefacción. Si esta alternativa se complementa con un sistema de generación solar, el nivel de ahorro bordea el 60%. Para el usuario esto se traduce en una rebaja potencial de un 35% en la cuenta del gas. Aunque las calderas de condensación tienen un costo inicial mayor que un equipo térmico convencional, su mayor eficiencia permite recuperar la inversión en dos a tres años.



Bombas de Calor
Las bombas de calor son otra alternativa a tener en cuenta dado su alto grado de eficiencia y su menor impacto ambiental. Estos equipos absorben la temperatura del aire, de la tierra o del agua, y a través de un circuito de expansión y compresión la transfieren al proceso de calefacción o climatización. Tres cuartas partes de la energía utilizada en estos equipos proviene del medio ambiente y sólo una cuarta parte corresponde a consumo eléctrico directo. Vale decir, hay un 75% de ahorro y por cada kW consumido se logra obtener 4 kW de energía disponible. Eso explica la alta eficiencia de estos sistemas. El aprovechamiento de energía natural minimiza sus efectos sobre el entorno natural y humano. Estos sistemas cuentan con tres configuraciones:
Aire-Agua: Toman la energía térmica del aire y la transfieren a un circuito de distribución ya sea para calentar agua sanitaria o para abastecer sistemas de calefacción. Tienen la opción de funcionar entregando calor en invierno y frío en verano, lo que permite optimizar aún más la inversión inicial en estos equipos.
Agua-Agua: Aprovechan la mayor temperatura existente en las napas de agua o pozos profundos, para incorporarla a los sistemas de climatización.
Suelo-Agua: Utilizan la energía geotérmica y el calor que absorbe y contiene el subsuelo terrestre.
El uso de la tecnología se debe complementar con un adecuado diseño y trabajo de ingeniería.





Calderas de Pellets

Son tecnologías de generación térmica que trabajan en base a una fuente de energía renovable, como es la biomasa, son un tipo de combustible granulado alargado que se obtiene de la madera que se desecha en los procesos de poda, tala o procesamiento de este recurso natural. Estos equipos han alcanzado rendimientos cercanos al 92%. También ayudan a disminuir la dependencia de la energía fósil convencional y tienen la ventaja de utilizar un producto renovable y que además corresponde al reaprovechamiento de los residuos madereros.